El Camino de Santiago (Patrimonio intangible)

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Estos días se vota en Internet según escuche por la radio, el patrimonio intangible de España. Por lo que oí, entre las opciones que había para votar se encontraba El Camino de Santiago o las Campanadas de Fin de Año.
Supongo que habrá más opciones (porque dentro del patrimonio intangible entra el lenguaje, las religiones, las costumbres, la música, etc.), pero sin embargo se me quedo en la mente el Camino de Santiago.
Gonzalo Torrente Ballester definía el Camino de Santiago, en su libro “Compostela y su ángel”, de la siguiente manera:

“Había trazado el Señor desde el principio, en su proyecto de Cosmos, el camino
europeo de Compostela, y para que no hubiese duda de sus propósitos, sembró de
estrellas los cielos intermedios, y sobre ellas, en los más altos, miríadas de
nubes estelares desparramadas de Este a Oeste, como si algo se hubiese derramado
sobre el cristal esférico del cielo. Reluciendo en la noche oscura, señala su
camino al caminante jacobeo con esa seguridad que solo dan las cosas de Dios
venidas”.

Solo el que ha hecho una larga caminata y ha recorrido parte del Camino Compostelano, comprenderá en toda su extensión el texto anterior.
Porque un camino, no es solo un trozo de tierra, machacado por el trasiego de los diferentes transeúntes, que pasaron y dejaron su huella. Un camino es algo más:
-Momentos de paz y tranquilidad.
-Superación de uno mismo por llegar al destino tan deseado.
-Hermandad, cuando un caminante arenga a otro caminante retrasado, dándole el aliento para que continué y no se quede atrás.
-La alegría que produce, cuando un desconocido en mitad del camino, te ofrece su cantimplora y comparte la sobra fresca del olmo centenario, ante el calor insoportable del verano.
-Oír el palpitar de tu corazón en la inmensidad y la soledad de la noche.
-El comentario jocoso, que por un momento, te permite olvidar el dolor que atenaza a tus extremidades, cuando el camino llega a su fin.
Para mi simplemente el Camino de Santiago, independientemente del Patrimonio Cultural que le rodea (tangible e intangible), se merece mi voto, porque simplemente, te hace sentirte vivo.

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